Tras su fracaso militar fue destituido por el propio rey y posteriormente encarcelado y rescatado por paracaidistas alemanes. De regreso a Italia, estableció la República Fascista en el norte de Italia. El 20 de Abril de 1945, desmanteló sus oficinas de gobierno. El día 21 Bologna fue capturada por los aliados. Los allegados al Duce le pidieron que viajara a España, pero se negó rotundamente. El día 25 salió de Milan en un convoy que se dirigía a los lagos cerca de Como. La columna de vehículos consistía de algunos camiones y blindados alemanes, seguidos por otro vehículo donde viajaba Clara Petacci y su familia. Al llegar a Como, Mussolini le escribió una carta a su esposa Rachele, pidiéndole que viajara a Suiza. Luego siguieron viaje y pararon en Menaggio. Una columna de tropas leales al Duce dirigidas por Pavolini, salieron de Milan para unirse a su líder. El 27 de Abril, Pavolini se adelantó a sus tropas y alcanzó a Mussolini. Le acompañaba Angela Curti ex-amante de Mussolini. Simultáneamente una unidad antiaérea alemana comandada por el Tte. Fallmeyer llegó a Menaggio en ruta hacia el Tirol. Mussolini decidió unirse a la columna para escapar de los partisanos y se dirigió al norte.
Llegaron a Masso a las 7AM donde los partisanos habían bloqueado la carretera. El Tte Fallmeyer se dirigió a negociar con el comandante partisano Pier Luigi Bellini dele Stelle, de la 2da Brigada Garibaldi. Los partisanos accedieron a permitir el paso de los alemanes, pero no de los italianos. Para no ser visto, el Duce se colocó un capote militar y un casco y subió a uno de los camiones con la tropa. Los pantalones de oficial general con las rayas rojas en los costados lo delató y fue detenido. También fueron detenidos Clara Petacci y su hermano Marcello, pero ella no fue reconocida en ese momento. Posteriormente, Clara Petacci se descubrió voluntariamente y decidió seguir al lado del Duce. Una vez reportada la captura de Mussolini los partisanos trataron de proteger la vida de los fascistas cambiándolos de lugar constantemente. El Duce fue cubierto de vendas para evitar que fuera reconocido. Obviamente por su fisonomía no era difícil hacerlo. Lo que sucedió después sigue siendo un misterio, pero sí se sabe que Togliatti, Secretario del Partido Comunista y Vice-Premier de Italia ordenó su ejecución. Al Coronel Valerio se le advirtió de la importancia de su misión. Cuando arribaron a Dongo, a las 2PM, hubo un enfrentamiento entre el líder comunista y el jefe guerrillero, a quien se le exigió mostrar la lista de los prisioneros. Manifestó que tenía órdenes de ejecutar a Mussolini, pero el dirigente tomó la lista y eligió 15 nombres para la ejecución.
El 28 de Abril de 1945, el Coronel Valerio irrumpió en la habitación de Mussolini y Clara Petacci. Valerio le dijo que le iba a rescatar haciéndoles subir a un automóvil. Viajaron kilómetro y medio aproximadamente y pararon cerca de la Villa Belmonte. Se les ordenó bajar del vehículo y pararse delante de una pared. Inmediatamente fueron ametrallados. Se puso un guardia al lado de los cuerpos y Valerio regresó a Dongo. Seguidamente, reunió a los 15 de la lista, les permitió hablar con un cura y un pelotón de partisanos los ejecutó. Luego buscó a Marcello Petacci y seguidamente fue también ejecutado.
El día 29 de Abril, los cadáveres fueron llevados a la plaza de Loreto en Milan donde los cuerpos de Benito Mussolini, Clara Petacci, Francesco Barracu, Alessandro Pavolini, Fernando Mezzasomma y Paolo Zerbino, fueron colgados boca abajo, en una gasolinera, sufriendo el escarnio de parte de la población. Le sobrevivieron su esposa Rachelle, sus hijos Vittorio, Romano y Edda, quien fue esposa del Conde Ciano.
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