Tras el terremoto se generó una alerta de tsunami para la costa pacífica de Japón y otros países, incluidos Nueva Zelanda, Australia, Rusia, Guam, Filipinas, Indonesia, Papúa Nueva Guinea, Nauru, Hawái, Islas Marianas del Norte, Estados Unidos, Taiwán, América Central, México y en Sudamérica, Colombia, Perú, Ecuador y Chile. La alerta de tsunami emitida por Japón fue la más grave en su escala local de alerta, lo que implica que se esperaba una ola de 10 metros de altura. FInalmente una ola de 0,5 metros golpeó la costa norte de Japón. La agencia de noticias Kyodo informó que un tsunami de 4 metros de altura había golpeado la Prefectura de Iwate en Japón. Se observó una ola de 10 metros de altura en el aeropuerto de Sendai, en la Prefectura de Miyagi, que quedó inundado, con olas que barrieron coches y edificios a medida que se adentraban en tierra.
A las 21:28 horas (HAST), el Servicio Meteorológico Nacional de los Estados Unidos emitió una alerta de maremoto hasta las 07:00 horas del día siguiente para todo Hawái.
A las 23:33 horas (PST), el Servicio Meteorológico Nacional emitió un aviso de maremoto para la costa alaskeña desde la bahía de Chignik hasta la Isla Attu, y vigilancia de maremoto para toda la costa pacífica de Canadá y Estados Unidos desde la bahía de Chignik a la frontera de California con México.
Luego del paso del tsunami, en el estado de California en la costa oeste de EEUU, se declaró estado de emergencia para los cuatro condados del norte afectados por el tsunami, cuyo impacto ha dejado numerosos destrozos en puertos y playas. El maremoto ha causado inundaciones en zonas costeras de Hawái, así como en puntos de los estados de Oregón y California. Uno de los lugares más afectados por el oleaje ha sido la localidad de Crescent City, situada en una bahía del condado de Del Norte conocida por ser vulnerable a los tsunamis. Su puerto quedó destruido por la marea y las embarcaciones sufrieron importantes daños, lo mismo que algunos edificios.
En Hawái los habitantes de las zonas fueron trasladados a lugares seguros en centro comunitarios y escuelas, al tiempo que los turistas en Waikiki fueron llevados a pisos altos de sus hoteles. En tanto, los caminos y las playas se vieron vacías cuando llegó el tsunami. La altura máxima de la ola del tsunami habría llegado sólo a los 50 centímetros.
Al final de la tarde de ese día viernes algunos países centroamericanos como Panamá, Costa Rica, Guatemala, El Salvador y Honduras ya habían suspendido el aviso preventivo acerca del tsunami, después de que las autoridades constaran que el efecto del terremoto asiático se ha limitado a unas casi imperceptibles olas en sus costas del Pacífico. Mientras tanto en Nicaragua se suspendió la alerta a las 21.00 horas (03.00 GMT del día siguiente), después de que las olas también llegaran sin fuerza y no se registrara ninguna situación anormal. En Colombia a pesar de no registrar cambios significativos en la costa, mantuvo la alerta en la costa Pacífica por gran parte del día 12 de marzo, debido a la posibilidad de que exista un fuerte oleaje.
Las primeras olas que se registraron en Perú tuvieron entre 15 y 40 centímetros de altura, pese a lo cual las autoridades señalaron que van a mantener la vigilancia en previsión de que el siguiente oleaje pueda ser más intenso. En la Isla de Pascua (Chile) fue una de las primeras localidades en ser alertadas del maremoto, que con preocupación esperaron un escenario similar al observado en Hawái. Un tren de cinco olas de pequeña altitud (50 centímetros) fue detectado en la noche. A las 04:08 (hora local) cesó el alerta de tsunami en Rapa Nui.
En la localidad de Dichato (Región del Bío-Bío, Chile), que fue afectado un año antes con el tsunami producido por el terremoto de Chile de 2010, recibió un fuerte oleaje con características de tsunami. El fenómeno se desató aproximadamente a las 02:30 de la madrugada (hora local) con, al menos, un par de marejadas que ingresaron al pueblo, llegando hasta la avenida principal. Una veintena de lanchas e incluso un barco quedaron esparcidos en tierra luego de la subida de marea provocada por el cataclismo que afectó a Japón el viernes. El fenómeno, que no se esperaba, luego de conocerse los mínimos incrementos registrados en otras latitudes, causó pánico entre los residentes que nuevamente revivieron la pesadilla del 27 de febrero de 2010. Afortunadamente, no se registraron víctimas ni heridos, toda vez que el gobierno había dispuesto la evacuación de todas las personas que estuvieran en sectores inundables. En la localidad de Corral, el mar entró aproximadamente 100 metros, aunque de forma lenta y sin fuerza, afectando solamente un jardín infantil, en ciudades como Coquimbo, el aumento del nivel de marea generó olas que impactaron el borde costero, principalmente los balnearios de Playa Peñuelas y Playa Changa. El resto de localidades de Chile no sufrió mayores complicaciones, aunque en varias localidades se detectó el aumento del nivel del mar, donde durante horas se registraron cambios bruscos en el nivel del mar.
A las 21:28 horas (HAST), el Servicio Meteorológico Nacional de los Estados Unidos emitió una alerta de maremoto hasta las 07:00 horas del día siguiente para todo Hawái.
A las 23:33 horas (PST), el Servicio Meteorológico Nacional emitió un aviso de maremoto para la costa alaskeña desde la bahía de Chignik hasta la Isla Attu, y vigilancia de maremoto para toda la costa pacífica de Canadá y Estados Unidos desde la bahía de Chignik a la frontera de California con México.
Luego del paso del tsunami, en el estado de California en la costa oeste de EEUU, se declaró estado de emergencia para los cuatro condados del norte afectados por el tsunami, cuyo impacto ha dejado numerosos destrozos en puertos y playas. El maremoto ha causado inundaciones en zonas costeras de Hawái, así como en puntos de los estados de Oregón y California. Uno de los lugares más afectados por el oleaje ha sido la localidad de Crescent City, situada en una bahía del condado de Del Norte conocida por ser vulnerable a los tsunamis. Su puerto quedó destruido por la marea y las embarcaciones sufrieron importantes daños, lo mismo que algunos edificios.
En Hawái los habitantes de las zonas fueron trasladados a lugares seguros en centro comunitarios y escuelas, al tiempo que los turistas en Waikiki fueron llevados a pisos altos de sus hoteles. En tanto, los caminos y las playas se vieron vacías cuando llegó el tsunami. La altura máxima de la ola del tsunami habría llegado sólo a los 50 centímetros.
Al final de la tarde de ese día viernes algunos países centroamericanos como Panamá, Costa Rica, Guatemala, El Salvador y Honduras ya habían suspendido el aviso preventivo acerca del tsunami, después de que las autoridades constaran que el efecto del terremoto asiático se ha limitado a unas casi imperceptibles olas en sus costas del Pacífico. Mientras tanto en Nicaragua se suspendió la alerta a las 21.00 horas (03.00 GMT del día siguiente), después de que las olas también llegaran sin fuerza y no se registrara ninguna situación anormal. En Colombia a pesar de no registrar cambios significativos en la costa, mantuvo la alerta en la costa Pacífica por gran parte del día 12 de marzo, debido a la posibilidad de que exista un fuerte oleaje.
Las primeras olas que se registraron en Perú tuvieron entre 15 y 40 centímetros de altura, pese a lo cual las autoridades señalaron que van a mantener la vigilancia en previsión de que el siguiente oleaje pueda ser más intenso. En la Isla de Pascua (Chile) fue una de las primeras localidades en ser alertadas del maremoto, que con preocupación esperaron un escenario similar al observado en Hawái. Un tren de cinco olas de pequeña altitud (50 centímetros) fue detectado en la noche. A las 04:08 (hora local) cesó el alerta de tsunami en Rapa Nui.
En la localidad de Dichato (Región del Bío-Bío, Chile), que fue afectado un año antes con el tsunami producido por el terremoto de Chile de 2010, recibió un fuerte oleaje con características de tsunami. El fenómeno se desató aproximadamente a las 02:30 de la madrugada (hora local) con, al menos, un par de marejadas que ingresaron al pueblo, llegando hasta la avenida principal. Una veintena de lanchas e incluso un barco quedaron esparcidos en tierra luego de la subida de marea provocada por el cataclismo que afectó a Japón el viernes. El fenómeno, que no se esperaba, luego de conocerse los mínimos incrementos registrados en otras latitudes, causó pánico entre los residentes que nuevamente revivieron la pesadilla del 27 de febrero de 2010. Afortunadamente, no se registraron víctimas ni heridos, toda vez que el gobierno había dispuesto la evacuación de todas las personas que estuvieran en sectores inundables. En la localidad de Corral, el mar entró aproximadamente 100 metros, aunque de forma lenta y sin fuerza, afectando solamente un jardín infantil, en ciudades como Coquimbo, el aumento del nivel de marea generó olas que impactaron el borde costero, principalmente los balnearios de Playa Peñuelas y Playa Changa. El resto de localidades de Chile no sufrió mayores complicaciones, aunque en varias localidades se detectó el aumento del nivel del mar, donde durante horas se registraron cambios bruscos en el nivel del mar.
VÍDEO DEL TSUNAMI
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